



Abueland nace con el objetivo de poner foco en las personas mayores que cuidan y que no están lo suficientemente reconocidas en nuestra sociedad. Abueland quiere contribuir, desde este enfoque, al diálogo social establecido sobre los cuidados, la conciliación laboral y la personal y de esta manera mostrar la fragilidad de un sistema de cuidados que se apoya, en gran medida, en las personas mayores.
¿Por qué hablar de cuidados?
Los cuidados son aquellas actividades imprescindibles para al mantenimiento de la vida, tales como: alimentar, jugar, hacer las tareas del hogar, acompañar en la enfermedad… En definitiva las acciones que nos sostienen, que no se pueden abandonar y que realizamos con dificultad ante la necesidad de conciliarlas con el trabajo remunerado o no que ocupa la mayor parte de la jornada.
En ocasiones estas tareas se externalizan y quienes las realizan son de forma desproporcionada las mujeres. Personas profesionales de los cuidados, extraescolares, campamentos de verano…
En muchas otras se pide cobertura a las redes familiares. En concreto la de los abuelos y las abuelas.
¿Por qué hablar de cuidados desde una perspectiva feminista?
Las tareas de cuidados, a lo largo de la historia, han sido asumidas por las mujeres y nuestra sociedad las ha infravalorado. La economía feminista ha sido la responsable de poner esta reflexión sobre la mesa. Si a esto sumamos que son las mujeres mayores, abuelas, quienes siguen cuidando (nietos/as y otras personas dependientes) confirmamos la vulnerabilidad y la necesidad de reconocimiento.
La feminización de la pobreza es una realidad multidimensional que se aborda en Abueland y que tiene que ver con el no reconocimiento de las tareas de cuidados. Las redes familiares, en concreto los abuelos y las abuelas, se convierten en apoyo fundamental para las mujeres que en época de crianza asumen dobles y triples jornadas. Son quienes cuidan e incluso sostienen económicamente mientras las mujeres acceden a trabajos precarios. Su apoyo y trabajo, también invisible, hace que no se vean incrementadas las cifras de pobreza. El problema se enquista cuando el sistema acepta estas redes de cuidados como solución a la conciliación laboral durante la época de crianza.
Las viñetas de Abueland refuerzan el valor político de lo cotidiano y amplifican los estereotipos precisamente para desmontarlos.
Abueland identificó la escasez de imágenes en la que hombres de edad adulta ejercían los cuidados. Por eso y creyendo en la importancia de generar imágenes para naturalizar el desempeño de los hombres en el ámbito de los cuidados, en Abueland se han generado viñetas que hablan de las nuevas masculinidades y la evolución de los hombres en el trabajo reproductivo.
¿Por qué abordar los cuidados desde las viñetas?
Las viñetas nos permiten ilustrar temas de mucha profundidad sin necesidad de teorizar y dirigir el pensamiento.
Las viñetas utilizan un lenguaje accesible y universal que todas las personas pueden llegar a entender e interpretar desde la propia experiencia.
La ilustración es crucial en un proceso de aprendizaje y socialización. Ayuda a descifrar y / o asimilar ideas complejas.
Por otro lado, la manera en la que se consume la información ha cambiado. Las noticias se suceden de manera rápida y en abundancia. Las viñetas son un recurso que aparentemente contribuye a este tipo de consumo de información y sin embargo, tienen la cualidad de permanecer y llegar a formar parte del imaginario y así ser degustadas a fuego lento.
Se trata de un fogonazo de información que impacta e invita a la reflexión más pausada.
El libro de Abueland se dirige a un amplio público:
- Abuelas y abuelos que cuidan y a quienes queremos reconocer y agradecer.
- Familias que hacen malabares para conciliar su vida profesional y personal. Que las viñetas sean una manera de poner humor a la difícil situación y desde ahí proponer cambios reales.
- Entornos educativos (colegios, ong, instituciones sociales y culturales) que quieren profundizar y generar conciencia crítica sobre los cuidados y abordarlo desde un formato atractivo para públicos diversos.
- Espacios de cuidados (Centros de mayores, Centros de Día…) donde Abueland se convierte en un recurso para la reflexión y el aprendizaje.
- Instituciones públicas (Ayuntamientos, Espacios de Igualdad, Bibliotecas…) que contribuyen a democratizar la información.
- Instituciones sociales y culturales (ONG, fundaciones, asociaciones…)