ORÍGENES

Mundo creciente y la Plataforma Lavardén, en Argentina, se interesaron el pasado año 2020 por el proyecto Abueland dando difusión a las viñetas a través de la siguiente entrevista. 

Plataforma Lavardén es un espacio cultural situado en la ciudad de Rosario y que pertenece al Ministerio de Innovación y Cultura del Gobierno de Santa Fe. Un lugar pensado como una constelación de espacios para las artes y en la que también participa Mundo Creciente. Un proyecto que acompaña a la primera infancia desde la exploración y la relación.

Hablamos sobre el origen de Abueland, el proceso de creación de las viñetas y algunas que otras curiosidades que podéis leer a continuación:

ENTREVISTA

MC:- ¿Qué es para Joly, Abueland?

Joly: La primera viñeta de Abueland surgió en el año 2016 y desde entonces el proyecto ha ido evolucionando y adquiriendo valores y significados diferentes para mí. Lo que empezó siendo un retrato de mi realidad, un desahogo desde el humor acerca de temas que me inquietaban y que compartía con amigas y familia, ha mutado hacia un ejercicio artístico y periodístico, con el que pretendo retratar un momento social complejo en el que a los cuidados y a las personas mayores, desde mi punto de vista, no se les da el valor y el reconocimiento que les corresponde. 

En realidad Abueland empieza a gestarse en 2014 a raíz del nacimiento de mi primer hijo. Durante la baja de maternidad y en los largos paseos por el parque comencé a observar que eran los abuelos y las abuelas quienes mayoritariamente ejercían los cuidados. Cuando me incorporé al trabajo experimenté en primera persona las dificultades para conciliar. En mi caso, mis familiares no vivían en la misma ciudad así que mi hijo fue cuidado por una persona (durante 2 meses) y posteriormente fue a la escuela infantil. Eso sí, cuando caía enfermo durante más de una semana o cuando teníamos vacaciones, quienes estaban ahí para cuidar, eran mi madre y mi padre. Ni yo, ni mi pareja podíamos dejar de trabajar. Y como a mí, esto le pasaba y le sigue pasando a la mayoría de personas que se encuentra en este momento vital. Quien no deja su trabajo, reduce su jornada o anda con ansiedad por no llegar a todo. Mayoritariamente mujeres. Fue entonces cuando confirmé que el sistema de trabajo, tal como nos lo hemos montado, no es compatible con la crianza. Y que si por algo se mantiene es porque hay una red de cuidados de la que no se habla. Es ahí donde están las abuelas y los abuelos. 

Quise entonces promover una reflexión acerca del modelo de cuidados desde un enfoque de género y sacar a la luz unas dinámicas de conciliación «sumergidas» que al darse por válidas no nos permiten avanzar en derechos. Y es que, desde mi punto de vista hay un desajuste entre los aspectos esenciales de la vida y el modelo económico predominante. 

Elegí las viñetas y el humor porque me parece un lenguaje accesible y lo suficientemente abierto, como para que cada quién pueda interpretar desde el lugar y el momento vital en el que está.

MC: – Tus viñetas, plantean a través del humor, la temática de la conciliación, en un doble sentido. Por un lado, la conciliación Crianza-Mundo laboral y por otro, la conciliación de la brecha generacional entre nietos, padres y abuelos en relación a los diferentes paradigmas de crianza. ¿ cómo se conjugan todos esos elementos para lograr una síntesis conceptual a través de una imagen?

J: – En parte esta pregunta tiene que ver con el proceso creativo de las viñetas y este no siempre es igual. Hay imágenes que te da la vida misma. A veces la realidad supera la ficción. Y otras a las que llego después de un proceso de trabajo creativo.  En este caso, lo primero que hago es apuntar hacia un tema de interés, observar y documentarme. Pateo parques, pongo la oreja en conversaciones, leo, escucho podcast, pregunto a abuelas y abuelos, reflexiono sobre mis relaciones familiares…Dejo posar y a continuación escribo.

Desgrano y quito paja hasta llegar a la esencia de lo que quiero transmitir. La esencia es lo que nos conecta con la viñeta. Cuando esto está, la imagen fluye y comienza el baile de recursos gráficos. La exageración, comparación o el  guiño a referentes culturales (cine, música…) son, entre otros, los que suelo utilizar.

Sin duda, la clave de este proceso es llegar a ese titular universal y sugerir con el menor de los elementos posibles. Esto concede espacio y libertad a quien recibe la viñeta.

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